Corresponde a una sumatoria lineal de 24 piedras perforadas y calzados entre sí sobre plataforma de tierra nivelada y compactada. Cada uno de ellas tiene entre 1,2 y 2,3 metros de alto, sumando 20 metros de largo aproximadamente el total. La perforación será de 12 pulgadas de diámetro ejecutadas con una testiguera industrial.

«Habitare mi Nombre” significa la posibilidad de traducir imágenes habituales en identidad, significa habitar lo que se es: pircas y farellones de basaltos son las estructuras territoriales -artificiales y naturales- que este proyecto retoma de los alrededores de Colchane en su real magnitud.
La escultura es una línea recta suspendida en el paisaje y colocada perpendicularmente a la línea divisoria de la frontera. A través de ella, se podrán mirar ambos territorios unidos por la perforación que traspasa y ensambla los basaltos como si estás fueran cuentas prehispánicas.