El proyecto consiste en una escultura que une arte y naturaleza. El proyecto está compuesto por tres piezas de acero que a su vez contienen tierra, la que sirve para plantar especies vegetales comestibles, como, por ejemplo: lechuga, tomate, espinacas, etc. Junto con eso se proyectó dentro del paisajismo la instalación de seis arboles frutales que interactuarán espacialmente con los volúmenes escultóricos.

La escultura interactúa con la comunidad dentro de la lógica de la escultura como huerto comunitario, por eso se propuso una escultura compuesta también por los del jardín y huerta, de manera que la comunidad que utiliza el Parque se relacione con el trabajo desde la relación de cuidados como también de cultivos y cosechas.

En la misma idea es que se han propuesto los árboles frutales. La idea es que a través del proceso de socialización se puedan introducir estos conceptos comunitarios para que los ciclos de siembras temporales se mantengan activos y participativos.
“La raíz de cultura tiene la misma raíz que cultivo, de igual manera labrar la tierra implica dar forma al entorno físico con el fin de obtener unos frutos, la cultura transforma la realidad para dotarla de sentido.” Santiago Beruete, Jardinosofía de los jardines