La obra el árbol y la ballena, consiste en un lugar escultórico, compuesto por seis pilares de ciprés que soportan estructuras metálicas, constituyendo el follaje de este pequeño y mágico bosque; el conjunto se enlaza mediante un asiento en madera laminada, que a su vez se une a un gran volumen horizontal realizado en hormigón armado revestido de mosaico, representando la figura de una ballena. Propuesta de carácter lúdico con capacidad de generar un lugar de atracción visual y espacial para los usuarios, permitiendo además del juego, la reunión y el encuentro cobijado por este sombreado. La gama cromática de la obra, juega un papel fundamental en la interacción de sus principales actores: los niños. La obra se relaciona fuertemente con el edificio y su entorno, tanto en los aspectos plásticos –incorporándose a la arquitectura- como en su concepto, que respeta el grado agrícola de las actividades que se imparten en ese establecimiento y las condiciones climáticas de la región.​