La obra se compone de dos volúmenes que simbolizan velas náuticas, construidas en hormigón pintado de blanco. Las velas se elevan sobre una base rectangular con peldaños perimetrales, que funcionan como asientos, fomentando la permanencia en la plaza exterior de la escuela. La obra ideada para el patio interior de la escuela es un reloj de sol. Este se forma por la réplica de la vela exterior, orientada hacia el norte magnético. El pavimento recibió un tratamiento con materiales propios de la región: huevillo blanco con incrustaciones de piedras y minerales regionales. El conjunto propone una integración entre lo educativo: el tiempo, la medición, los movimientos planetarios, y el actuar de los niños que se apropiarán de las esculturas. La temática se asocia al mar, simbolizado en las velas, como elemento indicativo del lugar.​