Matilde Pérez Cerda, pintora, escultora y artista visual. Nació en Santiago, Chile, el 7 de diciembre de 1916 y murió en la misma ciudad el 02 de octubre de 2014. Casada con el artista y profesor de la Universidad de Chile Gustavo Carrasco.
Inició su formación artística, en 1938, cuando tomó clases particulares de pintura con el maestro Pedro Reszka. En 1939 ingresó a la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumna de Pablo Burchard y Jorge Caballero. En 1944 estudió pintura mural con el artista Laureano Guevara y fue su ayudante en la realización de murales en la Ciudad del Niño en la comuna de La Cisterna en Santiago.
En 1948 trabajó como Profesora de Dibujo en el Colegio Dunalastair; en 1950 organizó y creó, junto con otros profesores, una Academia de Artes Plásticas en Providencia.
En 1951 fue nombrada ayudante de la Cátedra de Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile; en 1955 dictó un curso de Acuarela en las Escuelas de Temporada de Verano de la Universidad, ese mismo año fue nombrada Profesora auxiliar de Dibujo y Pintura en los cursos de iniciación de Bellas Artes, siendo en 1957 Profesora Interina con jornada completa, de la misma cátedra.
En 1960 cuando ya era una artista consagrada a nivel nacional, merecedora de importantes premios y distinciones, y contando con una amplia trayectoria como profesora de cátedra, fue becada por el Gobierno Francés para realizar estudios en París.
Entre 1970 y 1972 fue comisionada por la Universidad de Chile para continuar su investigación y sus estudios sobre arte cinético en París.
En 1972 cursó su traslado de Profesora de Bellas Artes a la Escuela de Diseño, pasando a depender de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile; en 1974 fue nombrada Profesora Investigadora, con jornada completa, en la Escuela de Arquitectura.
En 1975 junto a otros profesores, formó el Centro de Investigaciones Cinéticas en la Escuela de Diseño de la Universidad de Chile.
En 1984 ejerció como Profesora del Curso de Pintura del Instituto Cultural de Providencia de Santiago.
Su exposición retrospectiva El Ojo Móvil efectuada en 1999 y su amplia labor de difusión artística, le hicieron merecedora del premio Los Mejores entre los Mejores del Círculo de Críticos de Arte.